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EL TEATRO PRIMAVERA

“Todo lo bueno se acaba” pensó el encargado. Había sido la última función. Una mueca de dolor arrugó sus labios mientras aseguraba el cerrojo de la puerta de madera. Apagado el proyector, entre la oscuridad de la noche, se sentaron la melancolía y el silencio en la última fila de butacas. En el 1979, tras 30 años de historia, y luego de tan gratos momentos, enmudecía para siempre el “Teatro Primavera”.

A don Daniel Coronado y a Don Roberto Colondres, un millón de Gracias de parte de todos por traer el “Séptimo Arte” al pueblo de Maricao

Colección: Miguel Ángel Ayala Rodríguez (Derechos Reservados)

Para más información del proyecto Archivo Digital Histórico del Pueblo de Maricao favor de dirigirse a:
 

archivo.historico@fundacionbucarabon.orghttps://www.facebook.com/293524701479554/posts/1123015931863756/ 

HONOR A QUIEN HONOR MERECE

En el número veintiuno de la Calle Pachín Marín vive Miguel Ángel Ayala Rodríguez. Allí, entre fotos y recuerdos, cual melancólico Quijote, contempla desde su atalaya el pueblo de Maricao. 

Coleccionista, compositor, ecologista y poeta, el hijo de Juan Ayala (Moncho Bonelli) y Providencia Rodríguez, a quien todos conocemos por “Angie”, es seguramente quien mejor conozca la historia de Maricao. 

Incomprendido por muchos, en una cruzada solitaria buscando entre escombros o la basura de otros, Miguel Ángel ha dedicado su vida a la preservación de nuestra historia como Pueblo. Por tal razón, Fundación Bucarabón le agradece en nombre de todos, y le rinde este pequeño tributo. 

Foto Colección: Miguel Ángel Ayala Rodríguez (Derechos Reservados)
 

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Para más información del proyecto Archivo Digital Histórico del Pueblo de Maricao favor de dirigirse a:

 

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FELITA Y TOÑO

Aquel día no hubo monaguillo, tampoco el humo del incienso. Lejos del brillo cegador de las suntuosas catedrales, y con el cielo abierto sobre sus cabezas, oficiaría el sacerdote una boda tan solemne y simple como todos los que allí asistieron. El cura, quien había llegado a caballo, sacudió el polvo de su sotana luego de entregar los anillos. 

“Hasta que la muerte nos separe”, así, en un acto simbólico, estrecharon sus lazos Felita y Toño en el Cerro de los Báez junto a familiares y amigos.

Foto tomada a inicios de la década de ’50, durante la celebración de la boda de Felicita Báez Irizarry y Toño Santana Castro en tierras del antiguo “Bosque Insular de Maricao” en el sector “Las Piedras” del Barrio “Indiera Fría” del pueblo de Maricao. 
 

Foto Colección: Carlos Báez López (Derechos Reservados)

 

Para más información del proyecto Archivo Digital Histórico del Pueblo de Maricao favor de dirigirse a:

 

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